¿Sabías que hay una bacteria que puede vivir en tu estómago durante años sin que te des cuenta? Se llama Helicobacter pylori, y aunque su nombre suene complicado, es una de las infecciones bacterianas más comunes en todo el mundo, especialmente en países como México.
Esta bacteria puede causar malestares digestivos, gastritis, úlceras y, en casos graves, aumentar el riesgo de cáncer gástrico. Pero la buena noticia es que se puede detectar y tratar con éxito. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre el H. pylori: cómo se contagia, qué síntomas provoca, cómo se diagnostica y qué hacer si das positivo.
En ocasiones es bueno hablar de esto con un especialista.
Platicar de este y otros temas con un médico especialista siempre será la mejor opción.

¿Qué es Helicobacter pylori?
Helicobacter pylori es una bacteria en forma de espiral que tiene la habilidad de sobrevivir en el ambiente ácido del estómago, algo que pocas bacterias pueden hacer. Se aloja en la mucosa gástrica y puede permanecer allí sin causar síntomas durante años. Sin embargo, en algunas personas, provoca inflamación, daño en el revestimiento estomacal y desarrollo de enfermedades como gastritis crónica o úlceras.
Se estima que más del 50% de la población mundial está infectada, y en América Latina, el porcentaje puede llegar hasta el 70%, especialmente en zonas con menor acceso a servicios sanitarios【1】.
¿Cómo se transmite?
El H. pylori se contagia principalmente por:
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Vía fecal-oral: al consumir agua o alimentos contaminados.
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Contacto directo: con saliva o vómito de una persona infectada (por ejemplo, al compartir cubiertos o vasos).
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Mala higiene: como no lavarse las manos después de ir al baño o antes de comer.
👉 Por eso, una correcta higiene personal y el acceso a agua potable son fundamentales para prevenir el contagio.
¿Qué síntomas puede causar?
En muchas personas, la infección no causa síntomas. Pero cuando sí los hay, pueden incluir:
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Dolor o ardor en la parte superior del abdomen
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Náuseas o vómito
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Hinchazón o sensación de llenura
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Eructos frecuentes
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Pérdida de apetito o peso
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Mal aliento persistente
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En casos graves: vómito con sangre o heces negras (signos de sangrado en el estómago)
No todos los dolores estomacales son por H. pylori, pero si tienes síntomas persistentes, es importante consultar a un médico para descartar esta bacteria.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de Helicobacter pylori se puede hacer con pruebas no invasivas y también con procedimientos más especializados:
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Prueba de aliento con urea: se sopla en un tubo después de tomar una sustancia especial.
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Prueba de antígeno en heces: detecta la bacteria en una muestra de materia fecal.
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Prueba serológica: mide anticuerpos, pero no distingue si la infección es actual.
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Endoscopía con biopsia gástrica: se usa en casos más complejos o con síntomas severos.
Tu médico decidirá cuál es la mejor opción según tu situación clínica.

¿Tiene tratamiento?
Sí. El tratamiento suele incluir una combinación de:
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Dos antibióticos diferentes para eliminar la bacteria.
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Un inhibidor de la bomba de protones (como omeprazol) para reducir la acidez estomacal y favorecer la curación.
Este esquema se conoce como “terapia triple” y se toma generalmente durante 10 a 14 días. En algunos casos, se ajusta a una terapia cuádruple si hay resistencia a ciertos antibióticos o si el tratamiento anterior falló【2】.
Es muy importante completar el tratamiento tal como fue indicado, aunque los síntomas desaparezcan antes. Dejarlo a la mitad puede hacer que la bacteria se vuelva resistente.
¿Qué pasa si no se trata?
Aunque muchas infecciones por H. pylori no dan síntomas, cuando no se tratan pueden provocar problemas serios, como:
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Gastritis crónica
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Úlceras gástricas o duodenales
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Anemia por sangrado digestivo
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Mayor riesgo de cáncer gástrico (particularmente en infecciones prolongadas sin tratamiento)【3】
Por eso, si das positivo, no ignores la infección. Tratarla a tiempo reduce el riesgo de complicaciones graves.
Helicobacter pylori es una bacteria silenciosa pero tratable. Saber que existe, cómo se contagia y qué síntomas produce es el primer paso para proteger tu salud digestiva. Si tienes molestias estomacales frecuentes o antecedentes de úlceras, no te automediques ni postergues la consulta médica.
Una prueba sencilla puede darte tranquilidad y permitirte recibir el tratamiento adecuado.
Fuentes de Consulta:
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Pérez-Pérez, G. I. (2007). Epidemiology of Helicobacter pylori infection. Helicobacter, 12(s1), 1–5. https://doi.org/10.1111/j.1523-5378.2007.00543.x
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Malfertheiner, P., et al. (2017). Management of Helicobacter pylori infection—the Maastricht V/Florence Consensus Report. Gut, 66(1), 6–30. https://doi.org/10.1136/gutjnl-2016-312288
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International Agency for Research on Cancer. (1994). Schistosomes, liver flukes and Helicobacter pylori. IARC Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans, 61.