¿El estrés causa colitis? Así lo explican los médicos

Dolor abdominal, inflamación, gases, cambios en el ritmo intestinal… ¿y todo comenzó en una semana llena de estrés? Si alguna vez has sentido que tu intestino reacciona directamente a tus emociones, no estás exagerando. La relación entre el estrés y los problemas gastrointestinales, especialmente la colitis, está ampliamente documentada por la ciencia médica.

Aunque el estrés no “crea” colitis en sí mismo, sí puede ser un factor detonante o agravante de síntomas gastrointestinales. En este artículo te explicamos qué tipos de colitis existen, cómo influye la salud mental en el intestino y qué recomiendan los médicos para romper este ciclo entre mente y estómago.

En ocasiones es bueno hablar de esto con un especialista.

Platicar de este y otros temas con un médico especialista siempre será la mejor opción para cuidar de nosotros y de nuestros seres queridos.

¿Qué es la colitis?

“Colitis” es un término amplio que se refiere a la inflamación del colon. Puede tener distintas causas: infecciones, enfermedades autoinmunes, intolerancias alimentarias… o factores emocionales.

Una de las formas más comunes es la colitis nerviosa, nombre coloquial del síndrome de intestino irritable con predominio de dolor abdominal o distensión, especialmente asociada al estrés y la ansiedad.

La colitis funcional afecta a más del 20% de la población adulta en países como México, según la Fundación Mexicana de Gastroenterología【1】.

¿Cómo afecta el estrés al intestino?

El sistema digestivo está directamente conectado con el cerebro a través del llamado eje intestino-cerebro. En momentos de estrés, el cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que alteran la motilidad intestinal, la sensibilidad al dolor y la microbiota.

El resultado puede incluir:

• Diarrea o estreñimiento

• Gases excesivos

• Dolor abdominal o cólicos

• Inflamación o sensación de “panza dura”

• Urgencia para evacuar

Un estudio del American Journal of Gastroenterology encontró que los niveles de ansiedad y depresión se correlacionan directamente con la severidad de los síntomas de colitis【2】.

¿Entonces el estrés “causa” colitis?

No exactamente. El estrés no es la causa única, pero sí puede ser el factor desencadenante o agravante, sobre todo en personas con predisposición o un intestino sensible.

También puede empeorar síntomas en casos de colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, que son condiciones inflamatorias crónicas de origen inmunológico. Aunque estas enfermedades tienen una base orgánica, el estrés puede generar brotes.

¿Cómo se puede romper el ciclo?

Los especialistas coinciden en que el manejo del estrés es clave para mejorar los síntomas de colitis funcional. Las recomendaciones médicas incluyen:

• Terapia cognitivo-conductual: ayuda a manejar pensamientos negativos que agravan el malestar físico.

• Técnicas de relajación: meditación, respiración profunda o yoga.

• Ejercicio físico regular: mejora tanto el tránsito intestinal como el estado de ánimo.

• Dieta personalizada: evitar alimentos irritantes como lácteos, picante, cafeína o grasas.

• Probióticos: para restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal.

La Guía Clínica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición recomienda el enfoque multidisciplinario para pacientes con colitis asociada al estrés【3】.