La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una afección en la cual el ácido del estómago regresa hacia el esófago, causando síntomas incómodos y, en algunos casos, daño en el revestimiento del esófago. Este retorno del ácido es comúnmente conocido como reflujo y ocurre cuando el esfínter esofágico inferior (el músculo que separa el estómago del esófago) no cierra adecuadamente, permitiendo que los ácidos gástricos fluyan hacia el esófago. La ERGE es una condición crónica que puede afectar la calidad de vida y, si no se trata, puede llevar a complicaciones graves. A continuación, se explica qué es la ERGE, cuáles son sus síntomas y cómo se diagnostica mediante una endoscopia.
¿Qué es la ERGE?
La ERGE es una enfermedad que ocurre cuando el reflujo ácido es frecuente y persistente, causando síntomas molestos y, a veces, daño en el esófago. Aunque muchas personas experimentan reflujo ocasionalmente, en la ERGE el reflujo es crónico y puede causar una variedad de problemas de salud, desde síntomas leves hasta complicaciones graves.

Los síntomas más comunes de la ERGE incluyen:
- Acidez estomacal: Sensación de ardor en el pecho, generalmente después de comer o al acostarse.
- Regurgitación ácida: Sensación de que el ácido o los alimentos regresan a la garganta o la boca.
- Dificultad para tragar (disfagia): Sensación de que la comida queda atrapada en la garganta o el pecho.
- Dolor en el pecho o molestias que pueden confundirse con problemas cardíacos.
- Tos crónica, laringitis o asma debido a la irritación del esófago y la garganta [1].
¿Qué Causa la ERGE?
La ERGE ocurre cuando el esfínter esofágico inferior se debilita o relaja en momentos inapropiados, permitiendo que el ácido del estómago fluya hacia el esófago. Algunos factores que pueden contribuir a la ERGE son:
- Obesidad y exceso de peso, que aumentan la presión en el abdomen.
- Embarazo, que también aumenta la presión abdominal.
- Consumo de ciertos alimentos y bebidas como alcohol, cafeína, alimentos grasos y picantes, chocolate y menta.
- Hábitos de vida, como comer en exceso, fumar y acostarse inmediatamente después de comer [2].
En ocasiones es bueno hablar de esto con un especialista.
Platicar de este y otros temas con un médico especialista siempre será la mejor opción para cuidar de nosotros y de nuestros seres queridos.

Diagnóstico de la ERGE
El diagnóstico de la ERGE generalmente se basa en los síntomas del paciente, pero para confirmar el diagnóstico o evaluar el daño en el esófago, pueden realizarse pruebas adicionales. Las principales pruebas diagnósticas incluyen:
- 1. Prueba de pH esofágico: Mide el nivel de acidez en el esófago durante un periodo de 24 horas.
- 2. Manometría esofágica: Mide la presión y el movimiento en el esófago.
- 3. Endoscopia: Es una prueba clave para diagnosticar la ERGE, especialmente en pacientes con síntomas graves o persistentes.
¿Cómo se Diagnostica la ERGE con Endoscopia?
La endoscopia es una técnica que permite al médico observar directamente el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno) para detectar signos de daño por reflujo ácido. Este procedimiento es rápido, seguro y relativamente indoloro, y se considera uno de los métodos más efectivos para confirmar la ERGE en personas que presentan síntomas severos o complicaciones.

Procedimiento de endoscopia para diagnosticar la ERGE:
1. Preparación: El paciente debe ayunar durante unas 6 a 8 horas antes del procedimiento. Se administra un anestésico local en la garganta y, en algunos casos, sedación para mayor comodidad.
2. Inserción del endoscopio: El médico introduce un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo (endoscopio) a través de la boca y lo guía hacia el esófago y el estómago.
3. Observación del esófago y el estómago: La cámara en el extremo del endoscopio proyecta imágenes en tiempo real en un monitor, permitiendo al médico observar el revestimiento del esófago en busca de signos de daño. En el caso de la ERGE, los hallazgos más comunes incluyen:
Erosiones o úlceras en el revestimiento del esófago, causadas por el ácido.
Esófago de Barrett: Cambios en las células del revestimiento esofágico, lo que aumenta el riesgo de cáncer de esófago.
Inflamación (esofagitis) y enrojecimiento debido a la exposición continua al ácido [3].
4. Toma de biopsia: Si el médico observa áreas anormales o sospecha de complicaciones como el esófago de Barrett, puede tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia) para analizarla en el laboratorio.
¿Qué Información Proporciona la Endoscopia en la ERGE?
La endoscopia permite al médico:
Confirmar el diagnóstico de ERGE observando daños en el esófago causados por el ácido.
Evaluar la gravedad de la esofagitis (inflamación del esófago) y el grado de erosión o úlceras.
Detectar el esófago de Barrett, una condición en la cual el revestimiento del esófago cambia debido a la exposición prolongada al ácido, aumentando el riesgo de cáncer.
Tomar biopsias para análisis adicionales, que pueden ayudar a detectar infecciones, cambios celulares o cáncer temprano [4].
Ventajas de la Endoscopia en el Diagnóstico de la ERGE
La endoscopia es una herramienta muy útil para evaluar la ERGE, especialmente en casos donde los síntomas son severos o persisten a pesar del tratamiento. Algunas de sus ventajas incluyen:
Visualización directa de las áreas afectadas, lo que permite una evaluación detallada del daño en el esófago.
Posibilidad de tomar biopsias, lo cual permite detectar complicaciones como el esófago de Barrett o infecciones.
Detección de otras condiciones gastrointestinales que pueden causar síntomas similares, como úlceras o infecciones [5].
¿Qué Hacer si el Diagnóstico es Positivo?
Si la endoscopia confirma la presencia de ERGE, el médico recomendará un plan de tratamiento que puede incluir:
1. Medicamentos: Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los bloqueadores H2 son los fármacos más comunes para reducir la producción de ácido y permitir que el esófago sane.
2. Cambios en el estilo de vida: Mantener un peso saludable, evitar alimentos irritantes, no acostarse después de comer y elevar la cabecera de la cama pueden ayudar a reducir los síntomas.
3. Cirugía (en casos graves): En casos en que los síntomas no mejoran con el tratamiento o cuando hay complicaciones, puede ser necesaria una cirugía llamada fundoplicatura, que refuerza el esfínter esofágico inferior [6].
Referencias
1. Vakil, N., Van Zanten, S. V., Kahrilas, P., Dent, J., & Jones, R. (2006). The Montreal definition and classification of gastroesophageal reflux disease: A global evidence-based consensus. American Journal of Gastroenterology, 101(8), 1900-1920. doi:10.1111/j.1572-0241.2006.00630.x
2. El-Serag, H. B., Sweet, S., Winchester, C. C., & Dent, J. (2014). Update on the epidemiology of gastro-oesophageal reflux disease: A systematic review. Gut, 63(6), 871-880. doi:10.1136/gutjnl-2012-304269
3. Katz, P. O., Gerson, L. B., & Vela, M. F. (2013). Guidelines for the diagnosis and management of gastroesophageal reflux disease. American Journal of Gastroenterology, 108(3), 308-328. doi:10.1038/ajg.2012.444
4. Sharma, P., & Vakil, N. (2012). Review article: Diagnosis and management of Barrett’s oesophagus. Alimentary Pharmacology & Therapeutics, 35(9), 1077-1087. doi:10.1111/j.1365-2036.2012.05069.