¡Hola, lectores de Pregúntale al Doctor! Hoy abordaremos un tema que afecta a muchas personas, en especial a los hombres mayores: la hernia inguinal. Aunque puede sonar como un simple bulto en la ingle, es fundamental entender sus síntomas, causas y posibles complicaciones para saber cuándo tomar acción.

¿Qué es una hernia inguinal?

La hernia inguinal se produce cuando una parte del intestino o del tejido abdominal empuja hacia afuera a través de un punto débil en los músculos de la pared abdominal. El resultado es un bulto en la zona de la ingle que se vuelve más visible cuando estás de pie, toses o haces esfuerzo.

Esta protuberancia no siempre es dolorosa; de hecho, muchas personas pueden tener una hernia inguinal y apenas sentir molestias. Sin embargo, esto no significa que puedas ignorarla por completo. Sin tratamiento, una hernia puede crecer y volverse más incómoda o, en el peor de los casos, llevar a complicaciones graves.

Síntomas de la hernia inguinal

Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Un bulto en la ingle que se nota más al estar de pie, toser o realizar esfuerzos.
  • Dolor o sensación de ardor en la zona del bulto.
  • Una sensación de pesadez o presión en la ingle.
  • En casos más avanzados, dolor e hinchazón en los testículos en hombres, cuando el intestino sobresale hacia el escroto.

Atención padres: En los niños, la hernia inguinal puede ser más visible cuando el bebé llora o hace esfuerzos, como durante la evacuación. Si notas que tu hijo tiene un bulto o se muestra incómodo en la zona abdominal, es recomendable acudir al pediatra.

¿Cuándo es una urgencia médica?

Aunque muchas hernias son inofensivas, deben ser monitoreadas por un profesional de salud. En algunos casos, una hernia inguinal puede quedar atrapada (hernia encarcelada) o incluso llegar a estrangularse, es decir, cuando el flujo sanguíneo queda bloqueado, lo que pone en riesgo de muerte al tejido afectado.

Busca atención médica inmediata si experimentas cualquiera de los siguientes signos:

  • Dolor intenso y repentino en la ingle.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre.
  • Un bulto que cambia de color (rojo, morado o negro).
  • Dificultad para evacuar o eliminar gases.

¿Qué es una hernia inguinal y cuándo debes preocuparte?


¡Hola, lectores de Pregúntale al Doctor! Hoy abordaremos un tema que afecta a muchas personas, en especial a los hombres mayores: la hernia inguinal. Aunque puede sonar como un simple bulto en la ingle, es fundamental entender sus síntomas, causas y posibles complicaciones para saber cuándo tomar acción.

¿Qué es una hernia inguinal?

La hernia inguinal se produce cuando una parte del intestino o del tejido abdominal empuja hacia afuera a través de un punto débil en los músculos de la pared abdominal. El resultado es un bulto en la zona de la ingle que se vuelve más visible cuando estás de pie, toses o haces esfuerzo.

Esta protuberancia no siempre es dolorosa; de hecho, muchas personas pueden tener una hernia inguinal y apenas sentir molestias. Sin embargo, esto no significa que puedas ignorarla por completo. Sin tratamiento, una hernia puede crecer y volverse más incómoda o, en el peor de los casos, llevar a complicaciones graves.


Síntomas de la hernia inguinal

Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Un bulto en la ingle que se nota más al estar de pie, toser o realizar esfuerzos.
  • Dolor o sensación de ardor en la zona del bulto.
  • Una sensación de pesadez o presión en la ingle.
  • En casos más avanzados, dolor e hinchazón en los testículos en hombres, cuando el intestino sobresale hacia el escroto.

Atención padres: En los niños, la hernia inguinal puede ser más visible cuando el bebé llora o hace esfuerzos, como durante la evacuación. Si notas que tu hijo tiene un bulto o se muestra incómodo en la zona abdominal, es recomendable acudir al pediatra.


¿Cuándo es una urgencia médica?

Aunque muchas hernias son inofensivas, deben ser monitoreadas por un profesional de salud. En algunos casos, una hernia inguinal puede quedar atrapada (hernia encarcelada) o incluso llegar a estrangularse, es decir, cuando el flujo sanguíneo queda bloqueado, lo que pone en riesgo de muerte al tejido afectado.

Busca atención médica inmediata si experimentas cualquiera de los siguientes signos:

  • Dolor intenso y repentino en la ingle.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre.
  • Un bulto que cambia de color (rojo, morado o negro).
  • Dificultad para evacuar o eliminar gases.

¿Por qué ocurre una hernia inguinal?

Algunas hernias se presentan sin una causa aparente, pero varios factores pueden incrementar el riesgo:

  • Aumento de la presión abdominal (por levantar objetos pesados, esfuerzo al defecar o toser intensamente).
  • Debilidad muscular congénita.
  • Embarazo y envejecimiento.
  • Tabaquismo (por la tos crónica).

Para los hombres, el riesgo es mayor debido a la anatomía masculina, que tiene una zona débil en el conducto inguinal, por donde pasa el cordón espermático hacia el escroto.

¿Quiénes son más propensos a desarrollar una hernia inguinal?

Entre los factores de riesgo, encontramos:

  • Género masculino: Los hombres tienen ocho veces más probabilidades de desarrollar una hernia inguinal.
  • Edad: Los músculos se debilitan con el paso del tiempo.
  • Tos crónica: Como la del fumador, que añade presión en la zona abdominal.
  • Estreñimiento crónico: Al esfuerzo al defecar.
  • Embarazo: El cual puede debilitar los músculos abdominales.

Prevención y tratamiento

No siempre es posible prevenir una hernia, especialmente si se debe a una debilidad congénita. Sin embargo, adoptar hábitos saludables puede ayudar:

  1. Mantener un peso saludable para reducir la presión en el abdomen.
  2. Comer alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento.
  3. Levantar objetos pesados con precaución, doblando las rodillas y evitando el esfuerzo directo sobre la cintura.

Si ya tienes una hernia inguinal, lo más probable es que tu médico te sugiera una cirugía si es dolorosa o sigue aumentando de tamaño. La reparación de una hernia es un procedimiento relativamente común que ayuda a evitar las complicaciones que pueden surgir si la hernia queda sin tratamiento.

Fuentes sobre la Hernia Inguinal

  • Fitzgibbons, R. J., & Forse, R. A. (2015). Clinical practice. Groin hernias in adults. New England Journal of Medicine, 372(8), 756-763.
    • Esta revisión clínica aborda las hernias inguinales en adultos, incluyendo diagnóstico, síntomas y opciones de tratamiento.

Revisión de Casos y Complicaciones

  • Köckerling, F., & Simons, M. P. (2018). Current concepts of inguinal hernia repair. Visceral Medicine, 34(2), 145-150.
    • Este artículo explora los métodos quirúrgicos modernos de reparación de hernias inguinales, así como los factores de riesgo y complicaciones comunes.

Tratamiento Quirúrgico de la Hernia Inguinal

  • Bittner, R., Schwarz, J., & Leibl, B. J. (2016). Laparoscopic surgery for inguinal hernia repair: A systematic review of outcomes compared with open techniques. Surgical Endoscopy, 30(2), 325-338.
    • En esta revisión, se comparan los resultados y ventajas de las técnicas laparoscópicas versus las técnicas abiertas para la reparación de hernias inguinales.

Aspectos Epidemiológicos y Factores de Riesgo

  • Jenkins, J. T., & O’Dwyer, P. J. (2008). Inguinal hernias. BMJ, 336(7638), 269-272.
    • Este artículo de BMJ discute la epidemiología, factores de riesgo y complicaciones de las hernias inguinales, brindando una perspectiva integral de la condición.

Directrices de Práctica Clínica

  • American College of Surgeons. (2021). Clinical guidelines for the management of inguinal hernia in adults. Recuperado de https://www.facs.org/
    • Las guías de práctica clínica del Colegio Americano de Cirujanos (ACS) ofrecen un enfoque actualizado sobre el diagnóstico, tratamiento y prevención de hernias inguinales.

Información sobre Hernias en General

  • Mayo Clinic Staff. (2023). Hernia. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/
    • El portal de Mayo Clinic ofrece información sobre síntomas, causas y opciones de tratamiento para las hernias, incluida la hernia inguinal, en un formato accesible y basado en evidencia médica.