Muchas mujeres usan toallas femeninas diarias como parte de su rutina de higiene íntima. Es común pensar que así se mantiene la zona “más limpia”, “más seca” o “más fresca”. Sin embargo, ¿es realmente necesario o saludable hacerlo todos los días? ¿Puede tener efectos negativos sobre tu salud vaginal?

En este artículo te explicamos lo que dice la ciencia sobre el uso diario de toallas femeninas, y te damos recomendaciones prácticas para que tomes decisiones informadas sobre tu salud íntima.

En ocasiones es bueno hablar de esto con un especialista.

Platicar de este y otros temas con un médico especialista siempre será la mejor opción.

¿Por qué las usamos?

Las toallas diarias fueron diseñadas para absorber el flujo vaginal leve, especialmente durante los días entre periodos o en los días finales de la menstruación. También se usan después de relaciones sexuales, durante tratamientos con óvulos vaginales o como una barrera de seguridad para evitar manchas en la ropa interior.

En estos contextos, pueden ser útiles y prácticas. El problema no es su uso ocasional, sino su uso constante y prolongado, sin una necesidad médica o fisiológica que lo justifique.

Lo bueno y lo malo del uso diario

✔️ Lo bueno:

  • Absorben flujo leve y ayudan a mantener la ropa interior seca.

  • Útiles para quienes tienen pequeñas pérdidas de orina o están en los días finales del periodo.

  • Ayudan en momentos puntuales, como tratamientos ginecológicos o recuperación postparto.

❌ Lo malo:

  • Usarlas todo el día y todos los días puede generar humedad constante en la zona íntima, lo que favorece la proliferación de hongos y bacterias.

  • Muchas toallas tienen fragancias o químicos irritantes que pueden alterar el pH vaginal o generar dermatitis.

  • Pueden afectar el microbioma vaginal, es decir, el equilibrio de bacterias buenas que protegen contra infecciones, como la candidiasis o la vaginosis bacteriana【1】【2】.

¿Qué recomienda la ciencia?

Un estudio publicado en BJOG (2018) evaluó los efectos del uso diario de pantiprotectores y encontró que su uso prolongado puede modificar la flora vaginal y aumentar el riesgo de infecciones leves【3】.

Asimismo, expertos en ginecología recomiendan que la zona íntima respire, ya que mantenerla cubierta por muchas horas con materiales sintéticos crea un microambiente caliente y húmedo que desequilibra el ecosistema vaginal natural【2】.

¿Qué hacer entonces?

  • Úsalas solo cuando sea necesario, no como parte rutinaria diaria si no hay una causa específica.

  • Prefiere toallas sin perfume, sin plásticos, y hechas de algodón o materiales respirables.

  • En casa, cuando estés cómoda, evita usarlas para permitir que la zona íntima respire.

  • Cámbialas cada 4 a 6 horas si las usas, y nunca duermas con ellas puestas.

  • Si sientes que necesitas usarlas todo el tiempo porque tienes mucho flujo o molestias constantes, consulta a tu ginecóloga, ya que podría ser señal de una alteración hormonal o infección.

El uso de toallas diarias no es malo en sí mismo, pero su uso excesivo y constante puede generar más problemas que soluciones. La mejor forma de mantener una buena higiene íntima es con agua tibia, ropa interior de algodón y un cuerpo que respira. Y, sobre todo, conociendo tu cuerpo y consultando a tu especialista si algo cambia o te incomoda.

Fuentes de Consulta:

  1. Owen, D. H., & Katz, D. F. (2005). A vaginal fluid simulant. Contraception, 72(6), 574–576. https://doi.org/10.1016/j.contraception.2005.06.062

  2. Anderson, D. J., et al. (2013). The role of moisture and pH in the development of vulvovaginal candidiasis. Journal of Women’s Health, 22(9), 761-767. https://doi.org/10.1089/jwh.2012.4219

  3. Donders, G., et al. (2018). Daily panty liner use and the vaginal microbiome: a randomized controlled trial. BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, 125(9), 1143–1152. https://doi.org/10.1111/1471-0528.15246